¿Es esto lo que da de sí la psicología!

Que Javier Urra fuese Defensor del Menor en Madrid, habla de la levedad de los controles epistemológicos, terapéuticos y deontológicos de esa comunidad. Denuncia asimismo la impotencia de un profesional de una disciplina clínica como es la psicología, y deja claro también la falta de prudencia de quien en un asunto tan delicado no calcula el morboso efecto que puede generar, aunque sólo sea a una persona. Ver en la muerte la solución de un problema, recuerda la «Solución Final» de los camisas negras o acólitos de la esvástica. Circunstancia lamentable donde la haya, y que, en mi opinión, merece la más enérgica reprobación de los comités de ética, de la gente sensata y, por supuesto, de los estamentos universitarios.

 

Girona, 18/08/2014

La Trencacames de Sant Daniel