Jane Goodall, o cuando el amor a los chimpancés no deja ver al hombre


 

Invitada por la Cátedra Ferrater Mora de la Universidad de Girona, la primatóloga inglesa Jane Goodall no ha proporcionado otra cosa, en su conferencia del día 27 de mayo en el Palacio de Congresos de Girona, que su deseo de sensibilizar a los oyentes sobre la necesidad de «ayudar a las personas, a los animales y al medioambiente». En realidad, esto ya es algo habitual en esta famosa investigadora por sus estudios sobre chimpancés en Tanzania.

 

«Lo que aprendía de los chimpancés» fue el título de la conferencia en Girona. Y a juzgar por lo que dijo, lo que aprendió esta etóloga fue poco, nada, en realidad, relativo a lo que Freud descubrió hace ya más de un siglo, esto es, que el orden Simbólico diferencia radicalmente al sujeto humano del resto de los animales.

 

Jane Goodall, a sus 82 años, está interesada desde hace varios años en cuestiones sociales y medioambientales, y recorre el mundo llevando mensajes que pocas personas dejarían de suscribir. Pero nada más, ninguna aportación a cuanto concierne al conocimiento de lo humano. Su amor a la etología es analizable en tanto que la conmina a afirmar algo tan erróneo como que «Es arrogante pensar que somos diferentes de los chimpancés.»

 

Como era de prever, la doctora Goodall defraudo a la hora de establecer la diferencia entre la primatología y la antropología. Las ignoró por completo, En otros términos, sus ideas no fueron más allá del ámbito de la etología y de la sensibilidad moral hacia los animales.

 

Girona, 28/06/2016

El Matarratas del Onyar