Lo que se presenta como un programa de innovación pedagógica no es más que la reedición de un sistema superyoico antiquísimo, inoperante y fracasado. Es conocido que la creación de cuerpos policiales y de pastores morales y/o religiosos sólo funcionan conteniendo, generalmente poco y mal, un problema. Si bien en una sociedad ambos cuerpos pueden ser necesarios, su creación no debería excluir el análisis de la problemática (mecanismos psíquicos de agresores y agredidos, la conformación del síntoma bullying en un sitio determinado, la familia y la sociedad, etc etc) para poder intervenir eficazmente y con éxito, esto es, que tanto agresores como agredidos puedan aprender aquello que los ha determinado para poder en adelante hacer algo mejor.

El Matarrates de l'Onyar

Girona, 29 de abril de 2017