DEL MITO AL LOGOS EN LA POLÍTICA SANITARIA DEL CÁNCER

Que el mito no está reñido con el logos lo demostró el maestro de Cos, fiel discípulo de Imhopet. Hipócrates, erróneamente considerado el padre de la medicina racional, bebió hasta saciarse del saber del más conocido de los sacerdotes de Menfis. Pues bien, cabe preguntarse ¿en qué saber han bebido quienes hoy recomiendan el tai-chi, la meditación, las doctrinas y técnicas espirituales, la preparación para el doloroso trauma de la pérdida y el deceso, así como el silencio? La clínica y la ética recomiendan recordarles que incurren en flagrante contradicción respecto a lo que cabe pensar que denunciarían.


En otros términos y con mayor claridad si cabe, si deplorable es la sugestión de los curanderos, dado que sin reparos hacen pensar al afligido y aun desesperado paciente que pueden curar el cáncer, como con acierto vienen a señalar el oncólogo del Hospital Trueta de Girona, Joaquim Bosch-Barrera, y el presidente del Colegio de Médicos de nuestra ciudad, el doctor Josep Vilaplana, no debería ser menor la reprobación de los saberes y técnicas, no inclusivos, ligeros de episteme y aun de ética, auspiciados por la Fundación Oncolliga Girona, que he mencionado (sobre una edición anterior de Girona novaCultura Salut, desde la ULP-Gi escribimos el artículo del link De los extravíos de Girona novaCultura Salut (23-25 de setiembre de 2016) organizado por Oncolliga Girona).

 

Tanto más es así por tratarse de una enfermedad tan lesiva y amante del sufrimiento como es el cáncer, enfermedad que merece un trato epistemológico y ético menos ideológico y, por tanto, más acorde con la verdad del bien decir del síntoma.

 

 

Josep Miquel Pueyo, Psicoanalista

Girona, 21 de julio de 2018